
Desde la Cancillería de Brasil denunciaron que civiles inocentes son víctimas de las acciones militares israelíes contra zonas densamente pobladas y en las filas de ayuda humanitaria, por lo que ratificaron su llamado a un alto el fuego inmediato para garantizar el cese de las hostilidades y el flujo sin obstáculos de la ayuda humanitaria.
En un comunicado contundente, el gobierno de Brasil condenó los ataques israelíes en la Franja de Gaza, que en los últimos días dejaron decenas de muertos, entre ellos numerosos niños y mujeres palestinas. Una de las masacres más recientes, registrada en el campo de refugiados de Al-Nuseirat, ha conmocionado al mundo: varios menores murieron mientras hacían fila para recibir agua potable, un recurso cada vez más escaso en Gaza debido al bloqueo israelí.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil calificó el hecho como «inadmisible» y anunció su adhesión formal a la denuncia por genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Según el comunicado oficial brasileño, el ejército israelí reconoció su responsabilidad en el bombardeo que mató a al menos doce personas, entre ellas ocho niños, en las afueras del campamento de refugiados de Al-Nuseirat. Sin embargo, lo atribuyó a un «error técnico».
«En el incidente más reciente, ocurrido en el campo de refugiados de Al-Nuseirat, varios niños murieron en un ataque aéreo israelí mientras hacían fila para recoger agua potable para ellos y sus familias. El ejército israelí admitió la responsabilidad del ataque y lo atribuyó a un ‘error técnico’», denunció la Cancillería brasileña, señalando que las consecuencias de tales acciones son incompatibles con las obligaciones de Tel Aviv, en virtud del derecho internacional humanitario y que deberían ser objeto de una investigación para determinar adecuadamente las responsabilidades.